Una mañana de primavera
Solía jugar con la luz – el domingo de un niño
Entrenador de perros que han llegado a la meta en el mar
Para dar la noticia: oro barato para todos los pobres del mundo
Restos del silencio de una sustancia domada
Por la voz de mi madre separada del cuerpo una corriente
Que me lleva delante de una mañana de primavera
Cuando me veo en una biblioteca de plantas siempre verdes
En una sociedad de ideas lo más empachada posible
Donde los insultos valoran la elegancia.
Cuanto nos reiremos de la moda
Que hoy está tallando recetas exitosas para
Putas liderando la vieja cloaca, mundo.
El mejor de nosotros
No enterréis al mejor de nosotros en lugares
Donde se le puede encontrar y llorar
No os acerquéis a él, caído
Mirad a otro lado el día que creáis malo
Dame una casa donde pueda entrar
Por de altas puertas protegidas del sol
Atravesadas por la luz fluyendo directamente desde el mar.
Impedid que la gente cruce la barrera del humano
Poned un mapa de los lugares más baratos en sus manos
Dónde beber amar de día y de noche
Y cuando las horas se medirán en la pesada báscula
Dale otro momento al que se va ahora:
Hombre no fantasma del capital
Lamiendo su sangre debajo de su piel
Un verdadero tipo regresado del trabajo de su vida.
Por lo demás, yo estaba con vosotros.
Poeta de afuera
Chico, sácate la poesía de la cabeza y agárrate
Con los dientes del dobladillo de la materia
Incluso el último gusano es más preciso que tú –
El camino a través de la manzana pasa por las semillas.
Pero todo lo que ves son las flores rosadas
Pobre mariposa engañada por gramáticos y dioses.
Siempre un hombre sin soberanía
Con la boca llena de palabras ya polinizadas
Falsificadas como las que se venden en las garitas
De tabernas sucias donde canta lascivamente
Por suntuosa guita el artista oficial
Siempre brillante damnado, siempre idólatra
Mejor un poeta de afuera que gusano
En la radiante manzana de la que muerde atontado
El héroe con el marfil en la frente quebrado.
En el siglo de estos
No puedo reírme en el siglo de estos ni muerto
Escondido en mi propio cerebro
Soy el hombre de la buhardilla
Dejad que las ratas vengan a mi
Tengo a mano el polvo el fracaso del estilo perverso
Días llenos de una frágil demencia
No puedo reírme en el siglo de estos ni muerto.
un resto de música en la cerviz
mientras duermen los perros guardan la ciudad, todos salieron de
su pequeño universo y ahora sueñan que son de nuevo humanos
si la gente quiere ser canes, libre está. nadie sabe
que empezó hoy. dad dad dad en mi cerebro duerme la enfermedad
no brillo para no ser humillado después. duermo no tengo corazón
me abro paso a través del bosque de símbolos con cuidado mientras voy andando
soy un hombre guapo
nacido en el 62 en Jerusalén después de Cristo
soy un filósofo de cafetería
el no-pensar es mi arte
está en mí poder levantarme
para romper el vaso
para cambiar mi voz
soy ese espléndido animal que se corta la cabeza y la tira
en el mar a los grandes peces que se inclinan ante él y lo besan en la boca
hace frío en la cabeza enciendo el fuego.
es como romper el hielo en una mujer
y abrazar toda la sangre. tengo un resto de música en la cerviz.
Reza para que no suceda en el invierno
Bebe lentamente de la taza de té un recuerdo silencioso,
algo que solo se puede decir en la oscuridad,
figuras congeladas de quienes alguna vez se amaron,
susurros de piedras con cabelleras de muertos
y no sabes cuando vendrán a buscarte
con pasos de lana sobre la nieve,
con la sangre sobre ellos,
no podrás llevarte el abrigo,
ni las gafas,
mirarás una foto sobre la mesa,
el frío entrará por debajo de la puerta,
la luna -dicen algunos- no arrojará su luz,
las nubes en el mar recogerán el tiempo – un anciano dormido
boca arriba
el corazón saldrá primero de la habitación
en los botines del niño de al lado,
un cordón será atrapado por debajo del umbral
no puedes llevarte el umbral contigo cuando te vayas,
reza para que no pase el invierno
cuando la gente es más rara y más solitaria.
La mujer del poeta
Soy dos centímetros más alto que Wallace Stevens, pero mucho más
Delgado parece con mis 90 kilos esparcidos en algunos huesos
Largos (Bones, como diría su hermandad americana) en comparación con
Los 115 kilogramos (18 Stone, si traducimos) del respetable banquero
Sobre el cual su esposa había dicho después de la muerte que no necesitaba un bio-
Grafía crítica para ser entendido porque distinguió entre su poesía, un juego
Que le permitía divertirse después del trabajo y de su vida personal.
Nada que comparar, porque la poesía que es de alguna manera „like a sock in a rooster”
Es una y los negocios, otra, solo la esposa es única e indivisible, una falda fausto
Y para quedar como ella lo había dicho claramente, vendió sus libros después de su muerte.
Destruidas las cartas y los que se divierten o la critican por el holocausto
Quizá deberían comprender que sólo así el poeta puede ser suyo
Dulce onlie begetter el instigador de su propia mente mucho después de entreprise
Cuando nos dejó suave sarcásticmente „his grand pronunciamento and devise”.
Tíos
Hay tíos que gobiernan América
algunos tíos que gobiernan Rusia
y algunos tíos que gobiernan Rumania.
Que les vaya bien.
Soy un poeta que dejará la tierra
como lo encontró.
No tiene favoritos
Los necios llenos de celo le piden a Dios que aplaste a sus enemigos
A veces se les escucha
Así perciben con claridad el aroma de su maravilloso pensamiento y su forma de ser
Nos libera del prejuicio de que tiene favoritos.
Eres singularidad
Fui a ti con una docena de poesías bien contadas, empaquetadas
De los más calentitas que mi mente haya gestado
Cuando la intuición me ha dejado y el amor no se ha mostrado durante años
Sus fiordos son arrasados por la mano de un competente ingeniero de terrazas
Un inquilino de Google Earth tan descuidado en la distribución de las almas.
Con la desesperación de quien espera poder encontrarlas algún día
De hecho, con el temor de hallarlas algún día.
Considero que dejé un pedazo de mi amor en casa
Mientras le decía a una de ellas: “Tú no eres menos
Hermosa que las demás, de hecho eres incomparable
abandonado en un matadero.
Pero ciertas cosas hay que susurrarlas en la penumbra
De la habitación donde apareces solo para mí. Tú no eres
Como los demás, tú necesitas que te vean en soledad.
Eres singularidad, no te comparto con nadie
Eres la tranquilidad que todos buscan en el aeropuerto donde
Están desorientados y están perdiendo a alguien. Eres el vuelo retrasado
Para poder estar contigo más tiempo eres el café que ofrece la empresa
Para abandonar la idea de demandarlos. Contra el pueblo
Siempre si tengo que protegerte de vándalos e inversores.
Contigo quiero ir a los museos en los mercados donde van
Solo los ancianos los niños los tíos solitarios que se compran
Una pila de periódicos y leen las noticias de la bolsa con preocupación.
Los obituarios donde los amigos de la infancia se describen como grandes
Héroes en la odisea que acaba de terminar – réquiem para the last crooner.
Contigo nunca fallaré en una página bien acabada, perfecta
Para ser abolida por el temido censor de la región de antaño.
Contigo siempre tengo algo que decir, mi lengua sigue buscando para ti
Un nombre.”
Amable lector, tú no conoces el poema que dejé en casa.